1. Manten la calma.
2. Busca el diente.
3. Agarrá el diente por la corona (parte blanca).
4. Colocá el diente en un vaso con leche.
5. Si no tienes leche, ponelo en un recipiente con tu propia saliva o solución salina.
6. Mordé una servilleta de tela limpia o gazea con los dientes de adelante para controlar el sangrado.
7. Andá al odontólogo imediatamente.